El junco

Mis puntos de vista

29 marzo 2005

Por primera vez, debate vasco en televisión

La celebración el próximo 4 de abril de un debate televisado en la segunda cadena pública vasca, ETB-2, entre los cuatro candidatos a lehendakari (PNV-EA, PP, PSE-EE y EB-Berdeak), es una buena noticia para la campaña electoral y para los ciudadanos de esta comunidad autónoma, que van a ver por primera vez un debate electoral televisado entre las distintas opciones que se presentan a las urnas, y entre las que no estarán los que apoyan a los terroristas, lo que ha sido un factor determinante para reunir a todas las demás opciones. También han pesado en que este encuentro sea realidad dos características del medio de comunicación elegido: es público y emite en castellano.
La conveniencia de los debates televisados en los procesos electorales y preelectorales está fuera de duda, así como su eficacia para trasladar a los ciudadanos, si no los programas que cada opción defiende, sí al menos su actitud personal y disposición política ante cuestiones clave para su vida diaria. Los debates ayudan a tomar la decisión del voto y su institucionalización en todos los procesos electorales supondría un ahorro considerable en los gastos de los partidos, lo que los ciudadanos agradeceríamos.
Además, si se hacen con rigor y seriedad, contribuyen a configurar una imagen de credibilidad y calidad democrática del medio de comunicación que los televisa, valores de los que está sedienta la televisón en España y muchos telespectadores.

Una deuda con las víctimas

Las únicas víctimas que aún no han sido reconocidas como tales en este país son los hombres y mujeres que permanecieron leales a la Constitución republicana de 1931 y las víctimas de la dictadura franquista. Muchos pagaron esta lealtad con sus vidas, con la cárcel, con la separación de sus hijos y seres queridos, o con la más abominable esclavitud como la que padecieron los 12.000 hombres que levantaron el Valle de los Caídos para construir un monumento que hoy en día es un escarnio para la memoria de todos ellos, además de mausoleo del último dictador de España y del fundador de Falange.
La Asociación Para la Recuperación de la Memoria Histórica y algunos partidos políticos han puesto pie en pared y han dado el paso adelante necesario para saldar esta deuda destapando las fosas comunes de los fusilados y organizando unos sepelios dignos, fomentando la investigación para conocer el paradero de los desaparecidos, (aquí en Cádiz, por ejemplo, el último presidente de la Diputación provincial, Francisco Cossi Ochoa) y proporcionando a las familias al menos el último consuelo de saber, en los casos en los que ha sido posible, qué fue de sus seres queridos. En esta tarea está también la comisión interministerial creada por el Gobierno el pasado octubre.
En estas, Iniciativa por Cataluña Els Verds (ICV) plantea convertir el Valle de los Caídos en un “centro de interpretación del franquismo” (yo creo que el franquismo ya lo interpretan los historiadores) y que los restos mortales del dictador Francisco Franco y del fundador de la Falange, José Antonio Primo de Rivera, sean trasladados al lugar que decidan sus familias (propuesta ya hecha por Iñaki Anasagasti (Partido Nacionalista Vasco (PNV) en noviembre, propuesta que al fin y al cabo no está mal).
¿Y qué hacemos con el monumento? ¿Conservarlo como los campos de concentración del nazismo para recordar el horror de lo que nunca debe volver a suceder? ¿Reconvertirlo en monumento a las víctimas republicanas, las únicas relegadas hasta ahora al olvido institucional? ¿Derribarlo? Trasladarlo a un garaje como una estatua ecuestre del generalísimo está claro que no es viable , aunque es la opción que creo que nos gustaría a la mayoría, para perderlo de vista.
Difícil papeleta tiene el Gobierno con este asunto. Lo que está claro es que, una vez planteada la retirada y desaparición de una vez por todas de nuestras calles y plazas de los símbolos franquistas, el Valle de los Caídos debe desaparecer como tal.

27 marzo 2005

Morir en paz en Leganés o donde sea

La decisión del Gobierno de Madrid de destituir a la dirección del Hospital Severo Ochoa de Leganés por "irregularidades administrativas" en el servicio de Urgencias produce escalofríos por cómo se ha llevado a cabo todo el proceso (desde la denuncia anónima que motivó la apertura de la investigación hasta el descubrimiento de "irregularidades administrativas") y por la cuestión de fondo que se trataba de dilucidar (la supuesta sedación excesiva de enfermos terminales).
Cabe imaginar que la denuncia anónima no era tan anónima y los responsables sanitarios de Madrid conocen con pelos y señales al denunciante y simplemente tratan de proteger su identidad ante cualquier irracional revancha por la denuncia de unos hechos muy graves. En caso de no ser así, si estos responsables ignoran la identidad del/de la denunciante hay que condenar sin ambages que una administración pública abra una investigación basándose en una fuente desconocida cuyos verdaderos intereses quedan ocultos tras el anonimato y entre los que no se puede descartar la persecución a profesionales por causas inconfesables.
Por otro lado, tras la investigación en el Severo Ochoa sólo se han hallado "irregularidades administrativas" en el servicio de Urgencias según el consejero de Salud, Manuel Lamela. Entramos aquí en la cuestión de fondo. Las irregularidades administrativas parece que consistían en la incorrecta cumplimentación de los formularios de consentimiento de los familiares para la sedación de los pacientes en situación irreversible. Los profesionales de Urgencias se defienden diciendo que su prioridad es atender a los enfermos y no rellenar formularios, en lo que tienen más razón que un santo. Además alegan que cuando un enfermo cuya muerte es ya inevitable se queja de dolor, debe hacerse todo lo posible para que muera sin dolor y deben administrárseles los fármacos adecuados para ello. Todos tenemos derecho a morir en paz y no dando gritos en una sala de Urgencias. Pero esto no se puede descartar a partir de ahora en este y otros centros sanitarios de toda España si a algunos responsables públicos se les ocurre la idea de investigar cualquier situación parecida con tanta discreción como los de Madrid han demostrado, para alarma de enfermos, familiares y ciudadanos en general.
En Andalucía funciona desde hace un año el Registro de Voluntades Vitales Anticipadas, en el que cualquier persona puede dejar registrados todos los detalles de la asistencia que desea recibir en un caso como los que han creado la polémica del Severo Ochoa, ante la más que real previsión de verse imposibilitado a hacerlo en una situación terminal.
En las medidas existentes en Andalucía debería mirarse el Gobierno madrileño si quiere evitar que vuelvan a repetirse polémicas como la de Leganés en la que no se puede olvidar el requerimiento que los ciudadanos hacen a los médicos: que sean un poco más humanos. Los profesionales sanitarios del Severo Ochoa han demostrado serlo. Sus responsables políticos no.

21 marzo 2005

A mis amigos y familia

Como la primera vez que uno aparece en la tele (cuando la tele era un medio de comunicación naciente) me voy a dar el gustazo de escribir y publicar un saludo a mis amigos y familia, a los que he invitado a visitar esta bitácora personal si les apetece y tienen tiempo.
Así que, quiero enviar un saludo muy especial para Rubén, Juanjo, Pedro, Angel, Tomás, Ignacio, Juan Ramón, Alma, Jesús, Maika, Lalo, Javi, José Manuel y Celia.
Han dicho del príncipe indio Gautama que cuando aprendía de un maestro cuánto éste podía enseñarle seguía su camino, siempre tras el conocimiento, siempre en busca de lo más elusivo que puede haber en esta tierra: la paz mental, la tranquilidad, que es lo que yo os deseo desde aquí.
Si se me olvida alguien, le pido perdón por adelantado y le prometo que haré moviola.

20 marzo 2005

Saludos

Pues aquí estamos, probando un nuevo medio de comunicación que iremos perfeccionando día a día.
Saludos y bienvenidos todos los que se acerquen a estos puntos de vista que pueden o no ser compartidos, pueden o no ser modificados con el paso del tiempo o con nuevos datos, y que son fruto de mi reflexión sobre las cosas que me interesan.