Deuda pendiente

Es habitual en una democracia que los responsables políticos salden cuentas de sus actuaciones cuando llegan las elecciones. Es lo que pasó el 14 de marzo de 2004 cuando el PP las perdió debido, principalmente, a la participación de España en la guerra de Irak y sus consecuencias, la principal de ellas el atentado salvaje que sacudió Madrid tres días antes de las elecciones. La gestión informativa de este trágico suceso fue infame, pretendiendo adjudicar la autoría del ataque a una banda terrorista que, como demuestra el auto de procesamiento dictado por el juez Del Olmo, no tuvo nada que ver con el atentado.
Tras dos años soportando a los dirigentes del PP en la postura del "sostenello y no enmendallo", y tras el conocimiento de este auto, me pregunto si no habría que exigir al que fuera ministro del Interior en aquellos días, Angel Acebes, al entonces vicepresidente, Mariano Rajoy, y al ya ex presidente, José Maria Aznar, que pidan perdón a las víctimas por los fallos en la seguridad y por el caso omiso que se hizo de los avisos del Centro Nacional de Inteligencia que indicaban que un atentado de estas características se podía producir en España. Esta es la deuda pendiente que tienen los dirigentes del PP con este país y hasta que no la salden me atrevo a aventurar que no volverán a gobernar España.