El junco

Mis puntos de vista

15 febrero 2006

Daños irreparables

He leído con motivo del Congreso Internacional sobre Víctimas del Terrorismo celebrado en Valencia a alguna víctima de ETA afirmar que el daño terrorista es irreparable. Igualmente decía que lo único que quería es que se cumpliera la ley y los asesinos las condenas que les impuso la Justicia. Aún así, los daños siguen siendo irreparables y, algún día, los asesinos saldrán de la cárcel cuando cumplan sus condenas.
Es lo que ya está pasando con los terroristas detenidos antes de la modificación del código penal de 1973, algunos de ellos ciertamente sanguinarios. Es la ley que nos hemos dado como ciudadanos libres. La libertad cuesta trabajo conseguirla, y defenderla, también en momentos duros como éste, inéditos en la breve historia de la democracia española.
Hasta ahora hemos defendido nuestras libertades de fantasmas del pasado como intentonas golpistas o intentos de cercenar derechos civiles constitucionales luego desarrollados más ampliamente en las leyes. La salida de prisión de asesinos convictos de ETA una vez cumplidas sus condenas es un fenómeno nuevo que provoca desazón en la sociedad y en los partidos políticos que defienden los intereses de los ciudadanos, entre ellos construir una sociedad justa y pacífica, sin menoscabo de las libertades públicas.
Para defender estos intereses, lo que no se puede hacer es cuestionar las bases del sistema como ha hecho el PP diciendo que el Gobierno paga un precio político por la excarcelación de estos presos. Esta afirmación pone en duda el principio de legalidad, el ordenamiento jurídico español y el propio papel de los tribunales de justicia en la aplicación de las leyes y del Gobierno en su defensa y acatamiento de las mismas.
Cuando gobernó, el PP endureció las penas por delitos de terrorismo de manera que cualquier detenido tras 1995 por un delito de este tipo cumplirá integramente su condena, incluso hasta cuarenta años de cárcel, lo que en la práctica viene a ser una cadena perpétua. Esto supone que el PP, respecto a la actual excarcelación de presos, miente a sabiendas de que miente, como le ha recordado hoy Zapatero a Rajoy en la sesión de control al Gobierno.
Como dicen las víctimas, el daño que han padecido y que seguirán sufriendo es irreparable, por eso no se merecen que nadie venga con su salabardo electoral a hurgar en sus heridas.