El junco

Mis puntos de vista

23 enero 2006

Cataluña tendrá nuevo estatuto de autonomía

Cataluña tendrá nuevo estatuto de autonomía salvo que sus ciudadanos decidan votar mayoritariamente en el referéndum en contra del proyecto cuyas líneas maestras han sido ya pactadas por PSOE, CIU e IC, por lo que hemos visto este fin de semana. Este respaldo hace improbable un no del pueblo catalán.
Es una noticia esperanzadora para el futuro de España porque un estatuto catalán plenamente constitucional pasa a ser el referente indiscutible de las reformas estatutarias abiertas o que se abran en los próximos meses, entre ellas del estatuto de Guernika.
La solución dada a la polémica inclusión del concepto de nación es una fórmula elegante, jurídicamente impecable, respetuosa con el Parlamento de Cataluña y sus representantes y definitoria de la responsabilidad de los dos principales partidos que la han acordado, PSOE y CiU. Zapatero se apunta un importante éxito político y Mas también, porque seguirá situado en el inconsciente colectivo catalán como un partido en el que se puede confiar para gobernar.
Análisis aparte merece la cuestión de la financiación, para la que habrá que esperar a leer la letra pequeña y cómo se pone en práctica el pacto en todo el Estado. Ese camino está aún por andar.
ERC podría no sumarse al acuerdo si no quiere hacerle un feo a su electorado más fiel, aunque ello le supone quedar fuera de juego cuando ha tenido un importante papel protagonista durante toda la negociación. Tendrá que valorar su estrategia, sabiendo además que sus votos no son necesarios para sacar adelante el nuevo estatuto.
El PP y sus corifeos ha estado durante todo el proceso negociador lanzando soflamas y argumentos irreales que además de satisfacer a sus correligionarios más extremistas han asustado a muchos ciudadanos que, ahora, ven que no había tanto hilo en este cometa. Sus reacciones al pacto siguen en esta línea, a la espera quizá de un análisis más sereno y sensato que, de no producirse, les llevará a la autoexclusión, de nuevo, de un asunto de Estado.