Refuerzo político del Gobierno

El presidente del Gobierno ha remodelado hoy su Gabinete tras la petición del ministro de Defensa, José Bono, de dejar el mismo. Su puesto lo ocupará el hasta ahora ministro del Interior, José Antonio Alonso, un hombre discreto donde los haya que será sustituido a su vez por Alfredo Pérez Rubalcaba, portavoz parlamentario y uno de los hombres fuertes del PSOE. Su inclusión puede interpretarse como un refuerzo del caracter político del Gobierno cuando la mayor parte de sus compromisos están ya cumplidos o encauzados y cuando se abre una etapa en la que el Gobierno tendrá que hilar fino en la comunicación a la sociedad de los pasos que se vayan dando en lo que parece va a ser un proceso de paz si se confirma la renuncia permanente de ETA a la violencia.
Estoy convencido de que Pérez Rubalcaba va a ser el portavoz del Gobierno en todo lo concerniente a este proceso, donde la información tiene que estar, por las características del mismo, limitada a unas pocas personas. Y este tipo de comunicación necesita de alguien muy experimentado en estas lides, como es el elegido por el presidente.
La renuncia de Bono se debe, como el mismo ha dicho, a razones estríctamente personales tras 37 años dedicados a la política, aunque no se retira del todo como se puede entrever en la entrevista en La Ventana, el programa que dirige Gemma Nierga, que la Ser ha emitido esta tarde. No tiene desperdicio. Para el PSOE es sin duda una pérdida dado que es el ministro con mayor credibilidad de todos. En cualquier caso, su despedida es todo un ejemplo de humanidad que hace la política más cercana a los ciudadanos y a los políticos seres de carne y hueso y no entelequias de papel.