El junco

Mis puntos de vista

27 abril 2005

Familia y trabajo no casan en España

La Fundación Dublín, que tiene su sede en la bella capital irlandesa, y cuyo nombre completo es la Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y Laborales, acaba de hacer pública la Encuesta Europea sobre Calidad de Vida (EQLS) según la cual en España la conciliación de la vida laboral y familiar se hace prácticamente imposible debido a la precariedad (que incluye largas jornadas de trabajo a cambio de sueldos inferiores al de la mayoría de empleados y contratos temporales que llegan a ser de horas o días).
El director de la Fundación , Willy Buschak, ha dicho del informe que “España es el país de la UE15 en el que la mayor proporción de hombres y mujeres refieren problemas relacionados con el balance vida-trabajo. Casi la mitad de las mujeres españolas dicen que varias veces a la semana están demasiado cansadas para llevar a cabo las tareas domésticas después del trabajo, en comparación con la cuarta parte de las mujeres de los países de la antigua UE de 15 miembros. Las cifras correspondientes son el 35% para los varones españoles y del 21% de media en los países de la UE de 15 miembros.”
Yo, que tengo mujer e hijos y participo activamente en las tareas de mi casa y en el cuidado de mis hijos, he conocido épocas de precariedad laboral en las que compartir este trabajo doméstico no era tan llevadero. Por eso, estoy ahora mismo con la máxima expectación para escuchar, ver o leer qué dicen sobre este asunto los representantes de las principales religiones, así como el grupo parlamentario y los alcaldes del PP, que se han mostrado en los últimos días los mayores defensores de la familia en este país. Y por supuesto espero que no contemporicen con este asunto, sino que hagan manifiestos contundentes sobre el ataque frontal que la precariedad laboral -cuyos responsables son en primer lugar los empresarios que la practican- supone para el mantenimiento de la familia en la actualidad.