Los vascos ven más cerca el fin de ETA
"Tres de cada cuatro vascos confían en el final del terrorismo", según el Euskobarómetro del segundo semestre de 2005.
Es una percepción esperanzadora de quien reside realmente en el territorio, a pesar del último atentado ocurrido esta semana en Navarra con la semi voladura de la discoteca "Bordatxo".
Pero el sondeo tiene mucha más miga: Indica que una mayoría de los vascos está a favor de una negociación con ETA si ésta deja las armas, condición sine qua non que ha fijado el Gobierno; aunque la encuesta también apunta que un 63% apoya contrapartidas políticas si la banda terrorista deja las armas, si bien el Gobierno y el llamado frente constitucionalista siempre han negado esta posibilidad. En esta línea se viene reclamando la legalización de HB antes de las elecciones municipales de 2007, pero ello no es posible en tanto que la organización política ligada a ETA no demuestre su rechazo a la violencia y rompa todos los lazos con ella o, en el otro lado del espejo, la legalización no es factible si ETA no deja las armas, lo que tendría que ocurrir ya si HB quiere presentarse a los comicios.
Por otra parte, el euskobarómetro también señala un estado de opinión favorable a un gobierno PNV-PSE, hipótesis para nada desdeñable tras el apoyo socialista a los presupuestos vascos y ante la más que previsible necesidad de apoyos parlamentarios del PSOE en el Congreso si el estatut termina quebrando sus actuales alizanzas. Un gobierno de coalición daría una estabilidad muy necesaria al País Vasco en caso de que realmente se abriese un proceso de paz.
Es una percepción esperanzadora de quien reside realmente en el territorio, a pesar del último atentado ocurrido esta semana en Navarra con la semi voladura de la discoteca "Bordatxo".
Pero el sondeo tiene mucha más miga: Indica que una mayoría de los vascos está a favor de una negociación con ETA si ésta deja las armas, condición sine qua non que ha fijado el Gobierno; aunque la encuesta también apunta que un 63% apoya contrapartidas políticas si la banda terrorista deja las armas, si bien el Gobierno y el llamado frente constitucionalista siempre han negado esta posibilidad. En esta línea se viene reclamando la legalización de HB antes de las elecciones municipales de 2007, pero ello no es posible en tanto que la organización política ligada a ETA no demuestre su rechazo a la violencia y rompa todos los lazos con ella o, en el otro lado del espejo, la legalización no es factible si ETA no deja las armas, lo que tendría que ocurrir ya si HB quiere presentarse a los comicios.
Por otra parte, el euskobarómetro también señala un estado de opinión favorable a un gobierno PNV-PSE, hipótesis para nada desdeñable tras el apoyo socialista a los presupuestos vascos y ante la más que previsible necesidad de apoyos parlamentarios del PSOE en el Congreso si el estatut termina quebrando sus actuales alizanzas. Un gobierno de coalición daría una estabilidad muy necesaria al País Vasco en caso de que realmente se abriese un proceso de paz.



1 Comments:
Las heridas del País Vasco requieren una muy larga convalecencia. La paz allí precisa de la conjunción de numerosos elementos que aun así quedarían superpuestos en un delicado equilibrio.
Es difícil ser optimista ante los dogmas irrenunciables de la banda terrorista. Se me ocurre uno: los presos, algunos de ellos hartos de matar y sin propósito de enmienda.
Además, son muchas otras las cosas que hay que exigir a la ETA. El acoso debe terminar, la extorsión debe terminar, las prácticas fascistas, las mafiosas también, deben terminar. Y al final, las contraprestaciones políticas que obtendrían los abertzales sólo podrían ser, legalmente hablando, la capacidad de concurrir, con lo que sólo obtendrían lo que buenamente se ganaran con su actividad política. No hay más contraprestaciones.
Una coalición PNV-PSE sería altamente positiva si y sólo si fuera el primero de los pasos a dar en la dirección deseada. Es el PSE el que debe plantear las directrices. El PSE no puede asociarse con los nacionalistas acallando a las víctimas, ni manteniendo a los exiliados vascos fuera de su tierra. Sólo el tiempo lo dirá.
Juanjo Bla.
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